Feliz año nuevo,
feliz calendario nuevo.
Pues resulta que la semana pasada vino un chico, que no una chica, a comprar un montón de botones, y los quería: ¿para una chaqueta? ¿para una camisa? ¿para para un ascensor?… ¡para un calendario! y le ha quedado tan estupendo como véis.
¡Muchas gracias por compartirlo con nosotras!